Hace muy poquito tuvimos la oportunidad de escuchar a Alejandro Marré leer este inspirador textito que escribió para la presentacion del libro USTEDES NOSOTROS: arte joven Iberoamericano, en Proyectos Ultravioleta.
Ahora queremos compartirlo con ustedes para que lo lean y conozcan un poco sobre esa chispa que mueve a los artistas de alma joven, muchos de ellos que todavía permanecen escondidos en los rincones del mundo...a ver si nos ayudan a encontrarlos ;)
LA POÉTICA EN LA OBRA DE ARTE JOVEN
El arte es la espina, el tridente, la llama interna que nos impulsa y nos mete en problemas, en el mejor de los sentidos.
Lo ha sido desde el inicio de la cultura, a través de ella y lo seguirá siendo más allá o a pesar de la cultura misma, porque es un impulso orgánico y es parte de nuestra naturaleza humana. La naturaleza de decir, aullar, patalear, contar, compartir, la de colocarnos frente a los otros y decir: No me gusta un carajo esto o aquello, o esto me parece bien, me encanta, o me parece cursi.
Recordando a Joseph Beuys: Todo ser humano es un artista y todo acto o acción es una obra de arte, porque nos movemos en una dinámica perceptiva que funciona como una capa sensible a la reflexión y a los estímulos. Estímulos que nos traducen las sensaciones, ideas y el sentir de los otros, que se parecen poco o mucho a las nuestras.
El arte, en un sentido general, es una buena excusa (o herramienta) para entendernos, y en un sentido material es la prueba de ese entendimiento, de esa interacción. El documento o el producto manipulable que nos comprueba que en determinado momento un individuo ha hecho uso de su libertad y de algunas habilidades para manifestar su punto de vista, y eso es sagrado.
Este fenómeno humano, entendido desde el campo de la creación supone la extracción de la esencia de las cosas, de cierta noción del alma de las cosas, desde un visor único, el del o la artista. La esencia fundamental de la cual todos en algún momento participamos, porque le intuimos desde nuestra condición humana. Esa es justamente la esencia poética en la obra.
La poética en la obra de arte es lo que Julio Cortázar mencionaba al hablar del cuento corto, refiriéndose al mismo como un Nocaut. Es decir, de golpe y sin aviso, sin la necesidad de una larga y tendida explicación para decir que una obra nos ha cautivado y ha modificado de cierta manera nuestra experiencia de vida.
Aplicable, creo, a toda manifestación artística, pero en especial a la obra de arte visual, la búsqueda de esa magnífica presencia inmaterial, es parte de la motivación que nos obliga a permanecer constantemente maquinando y desarrollando artefactos, gestos, acciones, conceptos y demás herramientas de expresión.
El arte joven no es la excepción, y a pesar del inmenso background que posee la humanidad en el presente, el acceso a la información y a las fuentes de investigación, el campo de batalla o campo de acción del artista siempre ha sido y será una quimera de sorpresas, al momento de transmitir la esencia de las cosas.
Iberoamérica, aunque el concepto sea confuso y ambiguo por momentos, cuenta con un amplio repertorio de creadores, especialmente jóvenes. Muchos de ellos aparecen en los listados del arte y muchos más permanecen afuera, sin detener su marcha en el proceso creativo.
Si bien, en cuanto a técnicas, estilos, tendencias, se tienen referentes claros en otros países del mundo, dentro de la obra de arte joven contemporánea, yace un halo de energía bastante particular. El humor es uno de los ingredientes maravillosos en la producción artística joven, un tipo de humor bastante oscuro y lleno de interrogantes, pero al fin y al cabo un humor y una ironía que han facilitado abordar temas que de otra manera serían muy complejos de discutir.
Como en épocas anteriores, movimientos como el surrealismo y la fuerza que obtuvo en un México atestado de exiliados, o la irreverencia de otros movimientos sudamericanos como el Nadaismo, por mencionar algunos, en donde la esencia Latina sale a bailar mambo en medio de la guerra, es el sentido del humor en gran medida parte de la poética de los autores y esa conexión inmediata con un público que comprende, a fuerza de caras largas, el chiste o la broma.
Pero el humor, no es algo gratuito ni mucho menos, un simple chiste a secas. El sentido del humor, tema prohibido incluso en tiempos pasados, supone un entendimiento complejo de los fenómenos humanos y sociales, un lanzarse al abismo de la propia condición humana, para analizarse y asimilar la realidad personal o la realidad social en la que uno vive como artista. Aceptarse o no aceptarse ya es parte de cada quien.
La desesperanza, el caso perdido, el antihéroe, el fin de la historia o un ideal de cómo podría concluir una historia, el caos, los males contemporáneos, la estridencia, el vacío, por nombrar algunos conceptos, son vistos a través de un lente irónico, que nos reserva un asiento principal en el escenario del arte contemporáneo. Desde allí podemos platicar un poco sobre el mal, sobre el bien, sobre nosotros mismos, o sobre cualquier cosa, sin más presión que la que ejerce la obra de arte y sus cuestionamientos particulares.
Si bien podemos encontrar obras cuya poética es un canto a lo sublime, desde las propuestas más sutiles y hermosas, hasta el abstraccionismo que sigue cautivándonos muchos años más tarde, o la contemplación de la naturaleza que aún permanece vigente, el factor común en la obra o parte de la obra de los artistas jóvenes, especialmente latinos, es el sentido del humor.
Es ese tono, esa actitud, esa convicción, la que respira en la obra, como una especie de instinto de supervivencia, es ese EXISTO, EXISTES, EXISTIMOS y no pasamos por alto la experiencia, es la mecha que nos convierte en espectadores de nosotros mismos y de nuestra realidad. Una realidad, quizás propia de los ecosistemas tropicales, o quizás cierta característica humana que nos mantiene despiertos, estimulándonos en todo momento.
Porque la deconstrucción, la intervención, la acción preformativa, el verbo y la maquinación de artefactos artísticos, es parte de la tarea de los artistas para desempolvar y desencajar un poco al stablishment y recordarnos que estamos vivos, una responsabilidad maravillosa que sigue dando frutos y sorpresas.
A.M
http://artemarre.blogspot.com/
Gracias a Marré por dejarnos publicarlo en nuestro espacio.
PENSAMOS EN LOS JÓVENES
De igual forma quisieramos que reflexionaran con este texto publicado en Prensa Libre por Carolina Escobar Sarti, tomense unos minutos, vale la pena.
http://www.prensalibre.com/opinion/quedando-jovenes_0_424757620.html